Fotograma de El doctor Frankenstein (1931)
Después de leer en clase un fragmento de la novela Frankenstein o el moderno Prometeo, creo que vale la pena saber algo más de su argumento, de su autora -una jovencísima inglesa que inventó al personaje una noche de pesadilla- y de la película que dio fama universal a la historia de ese extraño monstruo creado a base de cadáveres y electricidad: El doctor Frankenstein de James Whale.
A Mary Wollstonecraft Shelley (1797-1851) habría que recordarla como una gran escritora de novela gótica, como ensayista y como una de las primeras mujeres
verdaderamente libres e independientes de la historia. Fue amante del
poeta romántico Percy B. Shelley -con quien después se casó- en contra de la opinión de la
sociedad de su tiempo y dedicó su vida íntegramente a la literatura.
Sobre la novela, podemos añadir que está escrita en forma de cartas y que moderniza el mito clásico del titán Prometeo, que se atrevió a robar el fuego de los dioses para dárselo a los hombres y fue castigado por ello. En esta ocasión, el protagonista es Victor Frankenstein, una especie de iluminado que lleva a cabo sus extravagantes proyectos sin pensar en las consecuencias, lo que simbólicamente se relaciona con el peligro que conlleva todo experimento científico, ya que a veces los inventos resultan peligrosos o incluso destructivos para sus creadores pues atentan contra las leyes de la naturaleza.
Y de la cinta El doctor Frankenstein, protagonizada por el gran actor Boris Karloff, podemos decir que hoy es un clásico del cine de terror y que su éxito mundial hizo que le siguieran muchas otras de similar argumento e idénticos personajes protagonistas. Como muestra, aquí os dejo dos de sus mejores escenas en versión original:
Está vivo/ It's alive!
La niña ahogada/ The monster befriends Maria
Como veis a través de estas escenas, el monstruo de Frankenstein es en realidad, más que un criminal atroz, un pobre diablo, un simple ser humano sin conocimiento, atemorizado y condenado de antemano por su aspecto horrible, sin posibilidad de salvación ni redención. Por eso, ni su simpleza ni su capacidad para jugar y experimentar placer -o incluso ternura- le librarán de un cruel castigo final: morir abrasado entre horribles gritos.
PARA SABER MÁS
Puedes leer la novela completa en pdf clicando aquí: Mary Shelley: Frankenstein.
Aquí puedes acceder a una serie de cuestiones sobre el fragmento de la novela visto en clase.