miércoles, 27 de enero de 2010

Lo fatal

Del poeta nicaragüense Rubén Darío (1867-1916), introductor del Modernismo en España y uno de los grandes escritores en castellano, se puede hablar largo y tendido, pero hoy sólo quiero mostraros un texto suyo que me parece espléndido y que he subido como presentación a  Myplick.

El tema del destino de los seres humanos, tan trascendente, adquiere tintes nuevos y universales en Lo fatal, uno de sus poemas más conocidos. Espero que os guste.

Tags: Rubén Darío poesía castellano

También de Rubén Darío, podeís ver en Youtube una ilustración de su muy conocido poema A Margarita Debayle.

viernes, 22 de enero de 2010

Cortometrajes


Ver en el sitio original: Spot (2009) en Notodofilmfest.

Estudiando la relación entre el cine y la literatura, creo que resulta de especial interés observar los argumentos y las técnicas que se utilizan en la realización de cortometrajes. Los "cortos", como se les suele llamar, tienen por desgracia poca difusión en las pantallas habituales, pero son la escuela de los directores, los guionistas y los actores del futuro. Así que vale la pena prestarles atención.

Además, para analizarlos en clase son muy útiles, ya que duran pocos minutos y suelen mostrar una indudable riqueza significativa. Son similares a los cuentos breves en la rapidez y concisión con que se presenta el conflicto y en el giro narrativo próximo al desenlace, esa sorpresa final hacia la que avanzan sin demora y que dota de pleno sentido a la historia. Distintamente a los largometrajes, más descriptivos y con altibajos -como las novelas-, en los cortos el ritmo narrativo ha de ser rápido y la tensión expresiva ha de ser plena en todo momento porque justamente el tiempo es escaso y no hay espacio para divagaciones, errores o planos gratuitos.

Tenemos una buena muestra de ellos en la página oficial del Notodofilmfest, un concurso de cortos creado por la empresa La fábrica en el marco del proyecto Notodo.com y abierto a la participación de todos aquellos que quieran enviar sus trabajos cinematográficos que no duren más de tres minutos y medio.

Ya van por su octava edición (la de 2009) y en ella se pueden ver piezas de bastante calidad. Eso sí, no puede obviarse una advertencia si alguien quiere visitar la muestra: algunos de los vídeos que participan en el certamen no son precisamente educativos, ya que utilizan un lenguaje especialmente crudo e incluso imágenes que pueden considerarse inadecuadas por su violencia u obscenidad. Aunque si nos fijamos en lo que nos ofrece "la tele nuestra de cada día" incluso en horario infantil, no sé qué es peor...

Aquí os pongo el enlace a uno de ellos. Se trata del vídeo Spot de Guillermo Zapata, toda una crítica irónica a la publicidad que nos invade cada día, a sus mensajes de felicidad inmediata y sin aparentes efectos secundarios. Espero que os guste.

lunes, 18 de enero de 2010

La lengua de las mariposas

Aquí os pongo el comienzo de la película La lengua de las mariposas (1999), dirigida por José Luis Cuerda y basada en el libro de cuentos del escritor gallego Manuel Rivas ¿Qué me quieres, amor? Es una buena estampa de la vida escolar en Galicia allá por los tiempos finales de la II República Española.



La escena que más me interesa en esta primera parte se encuentra a partir del minuto 09:30. Después del día anterior, en que Pardal había salido huyendo de clase cuando los niños se rieron de él y se orinó encima de puros nervios, llega la calma. El maestro va a visitarlo a casa y habla tranquilamente con él. Entonces viene la revelación: Don Gregorio no pega, Don Gregorio es paciente y tiene una enorme vocación de enseñar. Los problemas, en 1936, no son precisamente una cuestión de pedagogía escolar, sino más bien de injusticias, rivalidades políticas y odio entre hermanos. Si quieres ver la película completa, puedes hacerlo pasando sucesivamente del fragmento 1 a los cuatro siguientes.

Pero, ante todo, te recomiendo que leas el libro -o al menos el cuento que da título a la película- antes de verla trasladada en imágenes. Si quieres leer el cuento, puedes hacerlo aquí:
MANUEL RIVAS - La Lengua de las Mariposas [texto completo]

Una excelente presentación del film, con actividades y preguntas para comentarlo, nos la ofrece Alberto Olivar en la web Aula de cine La lengua de las mariposas (pdf). Otro documento que analiza a fondo la película nos lo presenta Ana Basterra en Scribd: La lengua de las mariposas. Y todavía otra propuesta didáctica nos la hace la profesora Marita Lüning en Actividades para explotar el cuento "La lengua de las mariposas"

Y si quieres tener más datos para poder comentar con detalle la película, puedes consultar la página de Enrique Martínez-Salanova, profesor de la Universidad de Huelva: Cine y educación: La lengua de las mariposas. O leer el artículo del profesor Gregory Kaplan para la revista Aula Abierta: La representación de la represión franquista en "La lengua de las mariposas".

miércoles, 13 de enero de 2010

El vicio de leer

Si será malo leer que ahora lo quieren prohibir en algunos sitios. ¡Cuánto mejor darle al garrafón y al vaso de plástico! Eso sí que no perjudica a nadie. En cambio, ¡la lectura puede ser muy peligrosa! Y en cuanto te privan de ella, lo pasas fatal...



¡La que se podría armar si la gente se pusiera a leer de verdad! Divertido vídeo de José Mota (ex de Cruz y Raya) emitido recientemente en TVE. Visto en el blog de la  Biblioteca de Piedras Blancas.

lunes, 11 de enero de 2010

El niño suicida



Rafael Dieste (1899-1981) es uno de los mejores escritores de cuentos en lengua gallega. Él es el autor de la siguiente historia en que el protagonista vive su vida al revés, de viejo a joven, a la manera en que lo hace también el personaje principal de la película norteamericana El curioso caso de Benjamin Button (2008). Las coincidencias entre una y otra historia son sorprendentes. Lo que no está claro es si Dieste llegó a conocer la novela corta que, con el mismo título del filme, Francis Scott Fitzgerald publicó en 1921 y que sirvió de base para su realización.

EL NIÑO SUICIDA

Cuando el tabernero acabó de leer aquella noticia inquietante -un niño se había suicidado pegándose un tiro en la sien derecha- habló el vagabundo desconocido que acababa de comer muy pobremente en un rincón de la tasca marinera, y dijo:

-Yo sé la historia de ese niño.

Pronunció la palabra niño de un modo muy particular. Así que los cuatro bebedores de aguardiente, los cinco de albariño y el tabernero se callaron y escucharon con gesto inquisidor y atento.

-Yo sé la historia de ese niño -repitió el vagabundo. Y tras una sagaz y bien medida pausa, comenzó:

"Allá por el mil ochocientos treinta, una beata que después murió de miedo vio salir del camposanto florido y oloroso de su aldea a un viejo muy viejo desnudo. Aquel viejo era un recién nacido. Antes de salir del vientre de la tierra madre había escogido él mismo esa manera de nacer. ¡Cuánto mejor ir de viejo a mozo que de mozo a viejo!- pensó siendo espíritu puro. A Nuestro Señor le chocó la idea. ¿Por qué no hacer la prueba? Y así, con su consentimiento, se formó en el seno de la tierra un esqueleto. Y después con carne de gusano, se hizo la carne del hombre. Y en la carne del hombre hormigueó el calorcillo de la sangre. Y como todo estaba listo, la tierra-madre parió. Parió un viejo desnudo.

"Cómo después el viejo encontró ropa y alimento es cosa de mucha risa. Llegó a las puertas de la ciudad y como todavía no sabía hablar, los alguaciles, después de echarle una capa encima, lo llevaron delante del juez, como si hubiesen sido testigos: Aquí le traemos a este pobre viejo que perdió el habla con la paliza que le dieron unos ladrones desaprensivos. No le dejaron ni la ropa.

El juez dio órdenes y el viejo fue llevado a un hospital. Cuando salió, ya bien vestido y alimentado, le decían las monjitas: Va hecho un buen mozo. Hasta parece que perdió años.

Por aquel entonces ya había aprendido a hablar algo y se hizo mendigo. Así anduvo muchas tierras. En Lourdes estuvo dos veces, la segunda tan rejuvenecido que, los que le habían conocido la primera vez, pensaron que había sido un milagro de la Virgen.

Cuando adquirió suficiente experiencia pensó que lo mejor era mantener en secreto aquella extraña condición que lo hacía más joven cuantos más años corriesen. Así, no sabiéndolo nadie -a no ser uno o dos amigos fíeles- podría vivir mejor su verdadera vida.

Trabajó de viejo y se hizo rico para descansar de joven. De los cincuenta a los quince años su vida fue lo más feliz que imaginarse pueda. Cada día gustaba más a las muchachas y anduvo envuelto con muchas y con las más bonitas. Y hasta dicen que una princesa... Pero de eso no estoy seguro.

Cuando llegó a niño comenzó la vida a complicársele. Le daba miedo la sorpresa con que lo veían entrar tan libre en las tiendas a comprar golosinas y juguetes. Algún ratero de visera calada lo había seguido a veces a lo largo de muchas calles tortuosas. Y alguna vez comió sus golosinas temblando de angustia, con las lágrimas en los ojos y el almíbar en los labios. La última vez que lo encontré -tenía ocho años- estaba muy triste. ¡Cuánto pesaban en su espíritu de niño los recuerdos de su vejez!

Luego comenzó a atosigarlo día y noche una obsesión tremenda. Cuando pasaran algunos años lo recogerían en cualquier calleja perdida. Quizá alguna señora rica y sin hijos. Después... ¡Quién sabe lo que pasaría después! La lactancia, los paseos en un carrito, con un sonajero de cascabeles en la tierna manecita. Y al final... ¡Oh! El final daba espanto. Cumplir su destino de hombre que vive al revés y refugiarse en el seno de la señora rica -puede que cuando ella durmiese- para ir allí consumiéndose hasta transformarse primero en una sanguijuela, después en un corpúsculo, y luego en pequeñísima simiente...

El vagabundo se levantó muy pensativo, con las manos en los bolsillos, y comenzó a pasear muy amargado. Finalmente dijo:

-Me explico, sí, me explico que se diese un tiro en la sien el pobre muchacho.

Los cuatro bebedores de aguardiente, creían. Los cinco de albariño sonreían y dudaban. El tabernero negaba. Cuando todos discutían más animadamente, el tabernero de pronto se levantó de puntillas y se puso a mirar alrededor con los ojos muy abiertos. El vagabundo había desaparecido sin pagar.

FIN

Rafael Dieste: De los archivos del trasgo, 1926.

Texto tomado de la Biblioteca Digital Ciudad Seva, sección de cuentos. También puedes leer El niño suicida en el sitio original.

Si te apetece mirar un anuncio de la película dirigida por David Fincher y protagonizada por el guapo y famoso Brad Pitt, puedes hacerlo en el enlace:


sábado, 9 de enero de 2010

Guantanamera


José Martí es autor de numerosos poemas que han sido musicados por artistas de la talla de Pablo Milanés, Silvio Rodríguez, Amaury Pérez o Sara González, entre otros muchos. Pero sin duda, la canción que más se ha difundido mundialmente tomando como base sus versos es la archiconocida Guantanamera.

Siendo en origen una tonada popular supuestamente dedicada a una campesina de Guantánamo (Cuba), muy pronto gozó de gran éxito en la isla y enseguida fue internacionalizada por el cantante folk norteamericano Pete Seeger. El éxito, seguramente, se debió a varios factores: a su alegre ritmo campesino, a un estribillo pegadizo, a la sencillez compositiva (versos octosílabos en cuartetas, con rima abab) que permiten improvisar o añadir estrofas a voluntad, y a la inspiración del arreglo musical que hizo Joseíto Fernández utilizando versos de José Martí desglosados por Julián Orbó.

De la fama inmensa de la canción da fe el hecho de que la mayoría de la gente desconoce el origen de la letra y sin embargo, se sabe varias de sus estrofas de memoria, especialmente en Latinoamérica, pero también en Europa. Por eso, las versiones de Guantanamera son tantas que resulta difícil decantarse por una.

De entrada os he puesto una muy reciente a cargo de diversos artistas españoles de hoy. No obstante, creo que es de justicia recoger también ésta de la gran Celia Cruz que aparece en Youtube ilustrada con fotos de la isla:


El texto de la canción ha ido variando y cambiando tanto a lo largo del siglo XX que casi se puede decir que hay tantas versiones de Guantanamera como intérpretes y estilos. Aun así, quizá la letra más ampliamente divulgada sea ésta:

Guantanamera

Yo soy un hombre sincero
de donde crece la palma,
y antes de morirme quiero
echar mis versos del alma.

Estribillo:
Guantanamera,
guajira guantanamera.
Guantanamera,
guajira guantanamera.

Mi verso es de un verde claro
Y de un carmín encendido:
Mi verso es un ciervo herido
Que busca en el monte amparo.

Estribillo

Con los pobres de la tierra
quiero yo mi suerte echar:
el arroyo de la sierra
me complace más que el mar. 

Estribillo

Cultivo una rosa blanca
en junio como en enero
para el amigo sincero
que me da su mano franca.

Estribillo

Y para el cruel que me arranca
el corazón con que vivo,
cardo ni ortiga cultivo
cultivo una rosa blanca.

Sin embargo, como decía, se conocen muchas otras versiones y todas resultan bastante bonitas. Algunas son más políticas o comprometidas socialmente y otras menos. En esto, como en todo, para gustos están los colores. Entre las estrofas que también suelen emplearse en la canción, en orden variable, a menudo figuran las siguientes:

Yo vengo de todas partes,
y hacia todas partes voy:
arte soy entre las artes,
en los montes, monte soy.

Oculto en mi pecho bravo
la pena que me lo hiere:
el hijo de un pueblo esclavo
vive por él, calla y muere.

Denle al vano el oro tierno
que arde y brilla en el crisol:
a mí denme el bosque eterno
cuando rompe en él el sol.

Yo quiero salir del mundo
por la puerta natural:
en un carro de hojas verdes
a morir me han de llevar.

No me pongan en lo oscuro
a morir como un traidor:
yo soy bueno y como bueno
moriré de cara al sol.

Tiene el leopardo un abrigo
en su monte seco y pardo:
yo tengo más que el leopardo
porque tengo un buen amigo.

Por otra parte, también hay una excelente película cubana de 1995 que lleva el título de Guantanamera. Dirigida por Tomás Gutiérrez Alea y Juan Carlos Tabío, la cinta hace un retrato genial de la sociedad cubana en los años 90, en pleno declive bajo el mando autoritario de Fidel Castro, con la escasez material y la miseria moral provocadas por el racionamiento de bienes de primera necesidad y el poder omnímodo del Partido Comunista. Para ver el tráiler, pulsa en la imagen:


Y si quieres ver el principio de la película, 10 minutos, accede al enlace en Youtube: Guantanamera (el film).

viernes, 8 de enero de 2010

Si ves un monte de espumas


Del escritor cubano José Martí (1853-1895) se recuerda a menudo que luchó contra la injusticia del sistema colonial y por la independencia de Cuba. Su afán revolucionario y su anhelo de libertad le llevaron, de hecho, a encontrar la muerte en combate contra el ejército español.

Sin embargo, su condición de mártir de la nación caribeña ha tenido efectos contradictorios: por un lado, algunos de sus versos más políticos han sido encumbrados y popularizados enormemente, ya que se le considera poco menos que el fundador de la patria cubana, como demuestra el éxito de las versiones de Guantanamera en que se insertan fragmentos de su libro Versos sencillos; pero por otro lado, parte de la crítica considera a Martí un poeta menor, sin gran trascendencia, y niega o desconoce el auténtico valor literario de este escritor modernista que nos dejó tantos versos memorables.

Entre ellos, destaco hoy este poema en que el poeta cubano refleja lo que para él significa la poesía, su poesía, sus versos capaces de expresar lo más hondo, lo más bello y lo mejor que puede albergar y desear cualquier ser humano: verdad, naturaleza viva, esperanza, pasión, ternura, firmeza, amor, justicia y hermandad.

Si ves un monte de espumas

Si ves un monte de espumas,
es mi verso lo que ves:
mi verso es un monte, y es
un abanico de plumas.

Mi verso es como un puñal
que por el puño echa flor:
mi verso es un surtidor
que da un agua de coral.

Mi verso es de un verde claro
y de un carmín encendido:
mi verso es un ciervo herido
que busca en el monte amparo.

Mi verso al valiente agrada:
mi verso, breve y sincero,
es del vigor del acero
con que se funde la espada.

José Martí, Versos sencillos, 1891.

El cantautor cubano Pablo Milanés hizo una estupenda versión musicada de este poema en su primer disco, el titulado justamente “Versos a José Martí", 1973. En ella utiliza sólo la primera y la última estrofa del poema, y luego añade otra que dice:

Duermo en mi cama de roca
mi sueño dulce y profundo:
roza una abeja mi boca
y crece en mi cuerpo el mundo.

Puedes escuchar la canción completa aquí:



A la canción Guantanamera, y a diferentes letras que se le han ido poniendo con versos de José Martí, le dedicaré la próxima entrada.